¡Es imposible, no puede ser!

Pues eso, hoy tenemos en Valencia unos 29 grados y una humedad del 68%, equivale a una sensación de calor de... ¡me muero! No sé yo dónde estará la estación meteorológica (seguro que a la sombra)

Y todo esto, ¿a qué viene? Pues que la semana pasada me fui a C&A, aprovechando el inicio de las rebajas, a por unas bermudas de premamá. ¿Y qué pasó? Pues que no había ni una. No es que estuvieran agotadas, es que no han traido modelos. También miré las tallas grandes por ver si alguna prenda encajaba conmigo y ja ja: al principio del embarazado aún, pero cuando la barriga comienza a ser tu apéndice más prominente... o tienen el corte preciso, o no hay forma.

Como mucho encontré unos cuantos corsarios, de esos que te falta 1 palmo para llegar al tobillo, o sea, que muy fresquitos, no son. Y como máximo de la talla 50 (y también me gustaría saber por qué una talla 50 puede entrarte o no según modelo o según tienda, en fin)


¡Qué barbaridad!, diréis algunos/as. Y no, no me quejo de estar gorda, que lo mío me cuesta :), ni de estar embarazada, que lo mío me costó, jejeje. De lo que me quejo es que son dos estados incompatibles, sobre todo si quieres estar medianamente decente con ropa.

Elije, o gorda o embarazada, pero no al mismo tiempo, no. Digamos que la industria cree que las gordis no tenemos quién nos eche un polvito mágico con consecuencias, porque es increíble que tampoco en Kiabi, que tienen precios bastante económicos y una buena selección de tallas grandes (hasta la 60), en la sección de embarazadas, paren en la 50/52.

Total, que yo me muero de calor, llevo un mes con el mismo pantalón de chandal negro (sí, lo lavo a menudo), pero quisiera gastarme algo de dinerillo en las rebajas para estar más cómoda en mi último trimestre de embarazo, y ¡no hay forma!

Estoy un poquitico cabreada.

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